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El precio del liderazgo

22 jun 2022, 13:34

Ayer por la mañana escuché este tema en el Podcast de Liderazgo de John C. Maxwell. Sonreí mucho cuando lo escuchaba, sentí como si hubiese una correlación entre mis esfuerzos y las cosas que llegan a mi.

Maxwell nos dice “Es imposible alcanzar el éxito si no se tiene auto-disciplina”. En su estilo particular, describe que existen personas que tienen hábitos en descendente, mientras tienen sueños en ascendente. Eso último define muy bien a la persona que yo era a los 20. Maxwell nos dice también que la auto-disciplina es “El puente que conecta las buenas-intenciones con las buenas-acciones”. Además de ser “la diferencia entre el éxito temporal y el éxito constante”.

Tener ideas es muy sencillo. Hacer algo con esa idea. Convertirla en acciones es mucho más difícil. Hace algunos años, antes de que las aplicaciones de compra de supermercado y pedidos de alimentos estuviesen en el mercado, a muchas personas les pasó por la mente el hecho de crear algo así. Yo me puedo incluir en ese grupo. Sin embargo ninguno de nosotros lo hizo.

Tener una idea, y elaborar un proyecto basado en esa idea son dos cosas diferentes. La diferencia radica principalmente en la auto-disciplina.

Recuerdo cuando tenía 20 y quería ser vocalista de una banda de rock, tocaba mal la guitarra debido a que nunca realmente tuve la disciplina de practicar ejercicios –y tampoco tenía la alternativa de pagar por lecciones–. Las aplicaciones que te enseñan a tocar, y los videos Online estarían quizá unos 7 años en el futuro.

Aun así seguí aferrado al sueño. Hasta que empecé a descubrir que no poseía un talento nato para cantar. Es decir, cantaba pero no era bueno. Uno de mis mejores amigos de ese entonces decía que no entonaba nada. Quizá tiene razón. Su oído siempre fue mejor que el mío.

Empecé a averiguar qué es lo que se necesita para convertirse en una banda de Rock exitosa. Me di cuenta de que hay que picar mucha piedra. El Rock no es el género musical que más vende en América Latina. Rajarla, era pues mucho más difícil. Y fue en ese momento en el que decidí renunciar a uno de mis sueños.

No era debido a que no canto bien. Ni tampoco debido al hecho de que aún no tenía una banda. Era debido a que encontré que el camino para convertirse en una banda de rock exitosa es áspero y sinuoso. Y no estaba dispuesto a pagar el precio.

Este fue quizá el último sacrificio de mis sueños. A partir de ahí pasé un par de años pensando qué es lo que tendría que hacer para vivir una vida que me diera lo que quería. Afortunadamente para mí fue alrededor de esta época cuando conocí el libro que cambiaría mi vida.

Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva – Dr. Stephen Covey

Verás querido lector, el también doctor, John C. Maxwell tiene razón cuando dice que “No hay nada que él, o cualquier otra persona puedan hacer, para ayudar a una persona sin auto-disciplina a alcanzar el éxito”. Y esto se debe a que como nos dice Covey “El cambio es una puerta, que solo puede abrirse desde dentro. Y solo tú tienes la llave”. Hay una frase que generalmente es atribuida a Albert Einstein, cuando en realidad es de un personaje de un libro de Rita Mae Brown. “La locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes”.

Cuando eres una persona sin auto-control, sin auto-disciplina. Pasas tu vida cometiendo el mismo error esperando siempre resultados diferentes. El error por si no te queda claro querido lector, es “no comprometerse”.

Yo tenía la llave para cambiar. Pero no sabía cómo cambiar. Así que invertí muchos años de mi vida aprendiendo cómo no se hacen las cosas. Y es una inversión pues pude obtener un valor de ello; al transformar mis fracasos en lecciones.

Y la razón por la que no te comprometes es generalmente miedo. En mi caso era el miedo a darme cuenta de que no era suficiente. Y como Carlos Castaneda, en Las enseñanzas de Don Juan. También yo sucumbí por un largo tiempo ante el primer enemigo del conocimiento. El miedo.

Gracias por acompañarme una vez más querido lector; como siempre te deseo que lo divino te llene de bendiciones a ti y a quienes amas, nos vemos la próxima.