Iaax Page

Lo Perfecto vs Lo Posible

22 sept 2022, 13:15

Querido lector, Agustín Carstens el hoy Director General del BIS (Bank for International Settlements) es un economista con un carrera notable.

Cuando estuvo al frente del Hacienda México en la época del presidente Felipe Calderon Hinojosa. Presento una reforma hacendaría que ayudaría al país a colocarse en una situación favorable en el corto plazo.

Hay que comprender querido lector, que en la época que te describo el panorama político mexicano estaba un poco en llamas. Calderón había ganado la presidencia en contra de un Lopez Obrador que en un acto de soberbia –por no llamarlo “emperramiento”–, se declaro a sí mismo presidente legitimo.

No eran los mejores años para hacer política con visión de largo plazo en México –y quizá realmente no han aun existido las circunstancias, pero ese es otro tema–. El país sin embargo tenía que seguir adelante y para ello se necesita dinero. Recuerdo vagamente que cuando Carstens presento la iniciativa de reforma –ya que se había negociado con la oposición– dijo “Esta no es la reforma que necesitamos. Es la que podemos tener”.

De haberle dado “Carte Blanche” al que en ese entonces era director de hacienda, habríamos tenido una reforma mucho más progresista, eso habría sido perfecto. Como el escenario no existió, tuvo que negociarse algo para poder mantener la gobernabilidad. Se negocio lo que se pudo, y se obtuvo la reforma posible.

Lo perfecto es imposible

Cuando era un mozalbete –un muchacho de pocos años. Literal–, era you un tipo con muchos ideales. Si bien venia yo de una familia fracturada, y tenía cierta reticencia por las figuras de autoridad –autócratas, prepotentes, petulantes, pretenciosos y pedantes. Que no son lo mismo pero se parecen–. No creo que eso realmente afecto mi visión de la vida. Una vida donde las cosas imposibles eran solo cuestión de “echarle ganas”.

Es bien sencillo tener una visión de la vida donde las cosas simplemente se te han de dar porque “te las mereces”. Es lo que hoy criticamos de la denominada “generación de cristal”. Sin embargo, personas como esas han existido toda la vida. La mayoría de aquellos que no experimentamos dificultades mayores en la vida como: No tener que comer, falta de salud, falta de un techo, o de seguridad. Casi todos tenemos una visión de la vida que es diferente una persona como Ousman Umar, quien tuvo que arriesgar su vida en su Viaje al País de los Blancos.

Hellen Keller lo dijo con toda certeza “La seguridad es más que nada una superstición. No existe en la naturaleza, y ni esta garantizada para todos los hijos del hombre”. Y sin embargo buscamos certeza y pagamos por ella como algo de lo más preciado. Se nos ha enseñado a añorar estabilidad laboral, salud inquebrantable, amor para toda la vida, y todo el tiempo del mundo para disfrutarlo.

Y así vamos por la vida como por el mundo, enseñándole a los más chicos que el mundo es lo que tú quieres que sea. Pero lo que nunca les decimos es que para tener todas esas cosas que quieres tienes que pagar un precio. Irremediablemente tienes que pagar.

Las obras más imponentes de la humanidad no se construyeron solas. Ni se lograron nada más con el poder de la atracción. Alguien se tuvo que romper la madre para que las cosas sucedieran. Y ese alguien, tuvo que pagar el precio.

El ejemplo más claro en tiempos modernos de una persona que sabe que lo perfecto es enemigo de lo posible es Elon Musk. Elon resuelve problemas haciéndolos más pequeños y manejables.

Recuerdo cuando hablo sobre su compañía “The Boring Company” la presento diciendo que serían túneles automáticos del ancho de 1 auto. Acto seguido procede a decir cuánto cuesta hacer un túnel de 4 carriles por kilometro, después cuanto cuesta hacerlo de 2 carriles, y finalmente cuanto cuesta hacerlo de 1 solo carril.

Después ejemplifica que el problema con los autos son los conductores. Los costos del maltrato del pavimento, y determina que esos costos pueden reducirse si en lugar de dejar a las personas conducir por un túnel reducido, incluye un sistema de transporte para llevar al auto de un punto A a un punto B sin que él conductor tenga que intervenir en el trayecto

Lo perfecto sería tener infraestructura que no colapse como lo hace en Los Angeles, o en muchas otras ciudades del mundo. Pero en la mente de personas como Elon, lo perfecto es enemigo de lo posible. Eso es cuando no está de pinche inmamable en Twitter.

Lo posible es generalmente imperfecto

Digamos que el sueño de tu vida es construir una ciudad como Roma en alguna localidad cerca de donde vives. O quizá un hospital. Sí, vamos con la idea de construir un hospital. Suena menos pretencioso, aunque tu fin último sea hincharte de baro más puerco que Carstens. Ofrecer servicios de salud es menos ostentoso que andar construyendo palacios veraniegos.

Tienes el sueño de construir un hospital para la pequeña ciudad en la que vives. Si te emperras en ese sueño perfecto. Te privas a tu mismo de poder obtener pequeñas victorias que te acerquen a ese sueño.

Si replicamos el modelo de pensamiento de Elon descrito arriba. Lo primero que tienes que hacer es preguntarte cuanto te costará construir el hospital. Después cuál es el costo del recurso humano. El precio de los medicamentos, de la electricidad y otros servicios.

Después que tienes todos los costos tenemos que encontrar la mejor forma de reducirlos. Reducirlos a su mínima expresión. Quizá, lo que necesitas es primero tomar la franquicia de una farmacia. Y colocar junto a la farmacia un consultorio médico familiar pequeño.

Después reinvertir las ganancias en un modelo similar, acceder a créditos bancarios y aplicar para fondos de desarrollo gubernamentales que te ayuden a construir el primero piso de lo que eventualmente se convertirá en un hospital.

Tiempo después, empiezas a hablar con gente con más dinero que tú. Gente que quiere comprarse un espacio en la historia y asociarse a sí mismo con algo que vale la pena como la salud pública. Y les pides donaciones para hacer una nueva ala en el hospital y ponerle su nombre.

Todo esto puede suceder. Pero al principio será imperfecto. Feo como bebé recién nacido, porque todos son feos, todos arrugaditos, y cubiertos en placenta los pobrecitos. Y como bebe recién nacido, tu proyecto va a necesitar que lo cuides, va a necesitar que te sacrifiques. Te vas a tener que romper la madre valientemente como lo hacen las madres de dichos bebes recién nacidos.

Está no es la única forma de hacer las cosas. Si eres pinche millonario, pues te saltas a donar dinero a alguien que ya tiene un hospital para que le pongan tu nombre a un ala de dicho hospital. Y también se vale. Parafraseando este proverbio africano “Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado” te diré.

Depende de ti qué tan lejos y qué tan rápido quieres llegar.

— Iaax Page, 2022

Muchas gracias por tomarte el tiempo para leer estás palabras querido lector. Como siempre te deseo que lo divino te colme de bendiciones a ti y tu seres queridos.