Lo que quiero de la vida

Lo que quiero de la vida es, que al final, pueda saber de cierto que no la he desperdiciado. Lo que quiero de la vida no lo voy a romantizar, me niego de forma concluyente a escribir aquí un poema; para eso ya tenemos “La vie en rose”.

Lo que quiero de la vida expresado en palabras llanas, comunes; es lo siguiente: 1 Construir una casa en la que quiera y pueda vivir 2 Más dinero del que necesito para vivir una vida más que cómoda 3 Convertirme en un ser humano con un cuerpo más fuerte y un carácter mucho más noble 4 Imitar la nobleza de mis héroes Leyla Janah, Ousman Umar y Magatte Wade, quienes pudieron anteponerse a su propio dolor y convertirlo en su fuerza. Fuerza con la que hacen el bien en el mundo y ayudan a otros a obtener lo que quieren en la vida.

⠀Lo que más quiero en este mundo es que al final de mis días, en donde sea que me encuentre el abrazo de la muerte, pueda ver hacia atrás y sentir satisfacción. Una satisfacción auténtica que no puede ser experimentada a través del ego, si no únicamente mediante la compasión y el amor.

Quiero entre otras muchas cosas:

Quiero despertar todos los días y pedirle a Dios que me deje ser un instrumento de su luz.
Quiero no guardarme nada del amor que tengo para dar.
Quiero darte lo mejor que tengo para dar en el momento y la situación en la que me encuentres.
Quiero seguir desarrollando mi carácter identificando mis errores en forma compasiva, para poder corregirlos con amor.
Quiero seguir siendo una de mis personas favoritas.
Quiero desarrollar una disciplina más férrea, determinante. Que me haga sentir como una fuerza de la naturaleza.
Quiero saber detenerme a oler las flores y disfrutar el momento presente por qué, junto con nuestra virtud son las únicas cosas que realmente tenemos.
Quiero disfrutar tiempo de calidad con mis amigos y mi familia. Hacerles saber que son importantes para mi, que los quiero.
Quiero poder ser razonable más de lo que necesito tener la razón.
Quiero meditar más, y conectarme más con mi intuición.
Quiero abrir los ojos a la conciencia y sentirme un ser despierto por lo menos por un instante.
Quiero poder compartir mis momentos de felicidad con otros.

Del amor y otros demonios.

Del amor de pareja, solo diré que no pienso seducir a nadie. Lo mío es dedicarme a construir un ser que atraviese la experiencia humana de la mejor forma. Tratando de abrir los ojos a la conciencia. Uno ser humano que entiende, que para llegar lejos necesitamos ir acompañados. Y qué mejor que ir acompañados de alguien a quien amemos profundamente.

Tengo el corazón abierto y levantado hacia la luz de Dios. Y si en mi camino y a pesar de mis miedos existe la posibilidad de una relación y una familia, bienvenida sea. Pero no me hace falta para ser feliz. Ni me es necesaria para vivir una vida virtuosa.

Al final de mis días quiero –más que nada– saber que mi vida no ha sido desperdiciada.

Del caracter noble:

Saber reconocer los méritos de los demás
Ser atento con todos
Sirve con dedicación y esmero, y aquellos a quienes sirve saben que cuentan con el
Poseer un gran sentido de justicia
No oculta sus intenciones
Intenta de no hacer sentir mal a los demás
No se sobreestima
Sabe aprender
Es agradecido
Puede demostrar su vulnerabilidad
Sabe perdonar
Es altamente competente, sin necesidad de ser competitivo
Sabe ser tolerante

Descrito así por Natacha Sanchez Hernandez.

Recuperado del sitio: http://www.tribuna.cu/opinion/2019-05-03/la-nobleza-no-es-debilidad