Iaax Page

Pensar, decir, hacer

21 sept 2022, 12:45

No querido lector, no me estoy fusilando a Eat, Pray, Love. Esto solo es un pequeño corolario; una conclusión del artículo que escribí ayer para vos –Abandonar la culpa– .

Vamos a sincerarnos. Y cuando digo “vamos” en realidad quiero decir “yo”. Este medio, al menos en el momento en el que escribo estas palabras, es de una sola vía: Yo te hablo a ti. Para hacer eso, a veces me imagino que es lo que quieres que te diga. Otras tantas solo digo lo que quiero decir.

Creo que solo en la primera de las ocasiones antes descritas realmente estoy generando valor. Empiezo cómo dijese el Doctor Covey con un fin en mente. Primero pienso “que es lo mejor que tengo para darte” con respecto a ese tema.

Acto seguido ajusto mis ideas al respecto, a modo de crear un hilo de pensamiento que sea por lo menos coherente, y de ser posible interesante y entretenido.

Finalmente. Después de pasar una cantidad X de tiempo escribiendo estás palabras para ti. Paso un poco más de tiempo corrigiendo errores, leyendo, editando y ajustando cada párrafo que te entrego. Trato pues de protegerte de las consecuencias del pecado que más cometo en mi vida diaria.

El pecado que más cometo

El primer día que fui a terapia, fue un día fantástico. Había tenido un gran día en el trabajo y terminando el día fue con un extraño a hablar de mi tema favorito: “Yo mismo”. Pase una buena hora hablando de quién soy, de cómo me veo, de mi forma de pensar.

Es cuando descubrí que soy mi más grande fan. Soy la morra que le avienta el bra al vocalista de la banda. Excepto que yo también soy el vocalista de la banda. Y el guitarrista, y toda la pinche banda.

Y si bien soy consciente de esto, y trato de no hacerlo tanto en público porque es de mal gusto; aun así no puedo evitar completamente. Tampoco quiero negarlo porque es algo que amo. “Tener una opinión más grande de mí de la que debería” es mi pecado favorito. Me hace cometer errores que me llevan a aprender –sin joder a nadie más en el trayecto–.

¿Cuál es el problema con esto?

  1. Me hace parecer engreído y eso limita mi capacidad de conectar con personas que son más bien discretas o tímidas. Les hace pensar que soy el tipo de persona que solo se escucha a sí mismo.
  2. A ti realmente no te importa tanto mi vida. Tú no estás aquí para escucharme hablar de las cosas que a mí me parecen interesantes. Y yo no quiero un club de fans. Quiero encontrar formas de interesarme en las cosas que a ti te importan y brindar valor al ofrecerte un punto de vista diferente al respecto.
  3. Como he escrito antes, y creo que ese artículo fue más para mí que para vos. A veces se me calienta el hocico y me voy como hilo de media.

La comunicación es –casi completamente– “no verbal”.

No estoy –para nada– diciendo que tener confianza en ti mismo este mal. Estoy diciendo que demostrar exceso de confianza te limita. La gente se enfoca en “leer entre líneas” en lugar de escucharte. Y no los puedes culpar.

Según history.com los primeros vestigios de animales-humanos se encontraron hace aproximadamente 2 millones de años. Pero las pruebas históricas de un lenguaje “hablado y escrito” son de menos de 6 mil años.

Es como comparar la corteza prefrontal –Prefrontal cortex– con la amígdala. La parte más nueva y menos desarrollada del cerebro, con la parte más vieja y más usada del cerebro –respectivamente–.

La amigadla tiene que ver con impulsos primitivos y emociones básicas como el miedo. Es la parte del cerebro que hace que te rías cuando ves a alguien caerse –en lugar de preguntarle si está bien–.

No te sientas mal por esa última parte querido lector. Todos experimentamos los impulsos de la amígdala. Es la razón de existir de Jackass y videos como esos en Internet. Si bien después de un rato te sientes como Jane Godall observando chimpancés, eso es debido a que no eres esclavo de tus impulsos ya que tu corteza prefrontal te ayuda discernir lo que está bien de lo que no.

Esta es la batalla silenciosa que experimenta la gente tímida cuando se encuentra con alguien que demuestra exceso de confianza –como yo–. Las sensaciones en su amígdala los atrapan y empiezan a buscar significados ocultos en cosas que no lo tienen. No es su culpa. Es mi responsabilidad.

Si de verdad quiero conectar con la mayor cantidad de personas, debo hacerlo desde un punto donde soy accesible.

Estás páginas que escribo para vos, tienen un doble propósito. El primero es brindarte valor. El segundo es ayudarme a brindarte valor a través de permitirme descubrir la mejor manera de hacerlo.

Pensar -> Decir -> Hacer. La divina trinidad de la integridad. Si las tres cosas están en armonía la gente encuentra que eres una persona en la que se puede confiar.

Como siempre querido lector, te agradezco por tomarte el tiempo de leerme. Y deseo que lo divino te colme de bendiciones a ti y a tus seres queridos.

¡Quién no vive como piensa, termina pensando como vive!

— Grabriel Marcel

Gracias por acompañarme una vez más querido lector; como siempre te deseo que lo divino te llene de bendiciones a ti y a quienes amas, nos vemos la próxima.