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¿Por qué nos enamoramos?

16 jun 2022, 12:00

Querido lector, si eres del tipo de persona para la cual el cariño hacia otros llega fácil –aunque también se vaya así de fácil–, quizá respondas esta mañana en el Starbucks, me enamore de mi barista. Y está bien, si es pues, lo que te hace feliz. Yo por otro lado, soy más bien como el zorro en el hermoso cuento de Antoine de Saint-Exupéry “Le Petit Prince” –El principito–. Para que yo me enamore de alguien, necesito contacto constante, físico y emocional, si bien no soy nalgas prontas –como en el caso antes señalado–. Si puedo decir que una vez que estoy enamorado, para mí es muy difícil dejar ir.

Quizá es un mecanismo de defensa, el que uso para evitarme sufrimientos. Evitar dicho sufrimiento puede también estar costándome oportunidades de conectar. En este momento de mi vida he renunciado a la idea de que tengo mucho control –o alguno– sobre las cosas que suceden. Tengo control sobre cómo dejo que me afecten. Sin embargo, si una mariposa agita las alas en algún lugar del mundo, y eso causa un efecto en cadena que resulta con la formación de una tormenta ciclónica de categoría 5. ¿Qué chingados puedo hacer al respecto? Soy chingón, pero no soy tan chingón como para andar deteniendo pinches huracanes.

Tampoco leo mentes, y se me pasan bien cabrón las sutilezas. O sea si yo fuese cadenero en centro nocturno y mi trabajo fuese dejar afuera a las sutilezas, te aseguro que ese centro nocturno estaría lleno de ellas.

No importa cómo te enamores. No importa si te tardas, no importa tampoco, si eres más entregado que flores en un “día del amor”. Lo importante aquí es por qué nos enamoramos. Uno se enamora –generalmente– de cómo se siente sobre sí mismo cuando está con esa persona especial. Ahora, aquí hay que notar que lo especial no es la otra persona. Siendo brutalmente honestos, en este punto de la vida quizá no sabes ni-de-pinche-lejos quién es realmente esa persona de la que estás enamorada. ¿De qué lado de la cama duerme?, ¿Cuál es su comida favorita?

Probablemente no tienes idea tampoco de si son compatibles o no, pero eso tampoco importa. En ese momento lo que nos importa es como nos hacen sentir. Lo especial es como esa persona te hace sentir a ti. Lo especial es como te sientes tú cuando estás con esa persona.

Gracias por acompañarme una vez más querido lector; como siempre te deseo que lo divino te llene de bendiciones a ti y a quienes amas, nos vemos la próxima.