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Victoria Privada: Abriendo la puerta al Cambio

23 jun 2022, 13:15

Querido lector. Quiero agradecerte por seguirme hasta este punto. Ya te hable un poco de mi carácter audaz e indómito. Y de donde creo que esas cualidades vienen. Ya te he dicho que cuando era un adulto joven invertí mucho tiempo de mi vida aprendiendo cómo no se hacen las cosas.

Hoy te quiero hablar de cuando tomé por primera vez en mis manos el libro más famoso del Dr. Stephen R. Covey: Los 7 Habitos de la Gente Altamente Efectiva. Dicen que algunos hombres tenemos algo llamado “La crisis de los 40s”. Que es donde tipos que han seguido la línea que el mundo ha trazado para ellos toda su vida, por fin deciden detenerse y decir “Esto no es lo que yo quería”. Claro es un gran problema debido a que muchas veces están casados y está crisis generalmente significa el fin de su núcleo familiar.

Querido lector, te pido que entiendas que no estoy justificando a nadie. La anterior no es una definición mía, y no es un proceso exclusivo de mi género. En realidad cualquier persona a cualquier edad puede tener una crisis existencial. Y el indicador más claro de esto, es la sensación de frustración que existe en las personas. Y es exactamente esto último lo que yo estaba sintiendo a los 25 años. Un sentimiento de que estaba desperdiciando mi vida y mi potencial y no podía controlarlo.

Decenas de veces había pasado enfrente de ese título. Sentado ahí en el librero de mi padre como esperando el momento en el que por fin notase su existencia. Las enseñanzas herméticas nos dicen que “Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para aquellos que están listos para escuchar”. Si en cualquier momento pasado hubiese tomado ese libro en mis manos, mi incapacidad de comprender lo importante del título lo habría tildado de inútil.

Sin embargo, yo estaba buscando una solución a un problema que obviamente no podía solucionar con las herramientas con las que contaba en ese momento –las cuáles, eran por demás burdas–. Mis oídos estaban listos para escuchar, y mi mente lista para un nuevo reto cuando abrí el libro. Más adelante descubriría que este es también el secreto de todas las cosas que salen bien en la vida. El comprometerse con el proceso, y dejar que el resultado simplemente suceda.

El libro de Los 7 Hábitos empieza por decirnos “El mundo no es el problema. El problema es la forma en la que vemos el mundo”. Nos habla de como en los 60s en USA la literatura se basaba en el carácter, y como en cierto momento nos fuimos desviando hasta convertirnos en sociedades que celebran más la personalidad. Está es la razón por la que cualquier persona, por más imperfecta que pueda ser, el día de hoy es elevada al grado de celebridad.

SIDEBAR: Considera por un momento querido lector; como antes para que una persona tuviese un grado de celebridad está tenía que lograr grandes hazañas. El día de hoy basta con un sex-tape para que eso te catapulte al estrellato.

Es en este momento que sufrí el primer descalabro proporcionado por un libro. Este libro me enseñó que durante toda mi vida había estado viviendo del culto a la personalidad. Que no tenía substancia como persona ya que carecía de principios. Todo eso antes de llegar a los contenidos más importantes.

Me enseñó que hasta ese momento en mi vida había estado buscando atajos en la vida. Tenía 25 años y ya estaba buscando atajos en la vida. Este fue un golpe duro a mi ego. Alguien había sonado la campana del ring; y yo me di cuenta de que estaba en una pelea cuando yacía tirado en el suelo.

Sentí como si la sangre me empezara a hervir. Sentí una furia ciega que todo lo consume. Arroje el libro con odio lo más lejos que pude de mí y me fui a caminar y a entrar en un proceso de negación que buscaba afirmar a mi ego que todo estaba bien. Que yo no necesitaba ese maldito libro, y que era lo suficientemente inteligente como para solucionar cualquier problema por mi propia cuenta.

Querido lector, me encantaría decir que después de mi pinche berrinche, regrese a casa y volví a leer el libro. Pero la realidad es que pasaron otros 4 o 5 meses antes de que pudiese aceptar lo que había aprendido ese día. Que era una persona sin carácter y sin principios. Que vivía del culto a la personalidad. Que no era lo suficientemente inteligente como para solucionar los problemas que se venían para mi vida sin ayuda.

Cuando por fin tuve el valor de rendir mi ego, abrir mi corazón al conocimiento y escuchar con atención lo que se me estaba enseñando. Fue cuando pude encontrarme a mí mismo. Sobra decir que de verdad recomiendo que leas el libro Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva. Es uno de mis libros favoritos.

Gracias por acompañarme una vez más querido lector; como siempre te deseo que lo divino te llene de bendiciones a ti y a quienes amas, nos vemos la próxima.